Acabo de aprender una leccion de convivencia: cuando mi viejo me dice que va al super y me pregunta si quiero que compre algo en especial, tengo que decir que si y pedirle algun tipo de alimento... En caso de decirle "Nah, compra lo que quieras" me llenara la heladera de milanesas de soja.
A veces me pongo a pensar cuantas cosas se evitan por el solo hecho de evocarlas en la mente. Digo, si voy caminando, pelotudeando, tengo mas posibilidades de que me pase algo. Claro que si voy alerta, si voy pensando en las maldades, quiza me pasen menos cosas, o quiza solo evite aquellas cosas pensadas.
Tampoco se si se evitarian, pero el pensamiento te mete en la capsula.
Indiscutiblemente, estas cosas tambien tienen su contraprudencia en los buenos actos de la vida. Cuando me encuentro pensando en variables futuras -o no tan futuras-, me decepciono. Me reto, y me digo "Majo, sos una boluda, seguro que ahora por haberte imaginado eso, no va a pasar".
No se si estoy diciendo bien esto. Creo que estoy redactanto para el santo grial maligno. Quiza no sea un problema de redaccion, si no de palabras. Habria que ahorrarlas mas, pero saber usarlas mejor.
En fin, voy a tratar de caminar por la calle pensando que en la esquina esta el dragon mas grande del mundo, asi, al menos, escapo un poco de las cosas que se dicen de la ciudad.