Con el tiempo me agarro el pudor, claro. Y me empezo a pasar lo que muchas veces relate antes.
Pero, ahora, en este tiempo, veo que afloran, nuevamente, en mi las ganas de hablar hastaporloscodos (sigo teniendo verguenza, eh).
Hablar, hablar, hablar y contar hasta los mas minimos detalles de todo. Puedo estar mas de una hora exaltada contando como era el relleno de los ravioles, ansiosa por llegar al final del relato, pero desmenuzandolo hasta lo imposible para no llegar a ese momento culmine.
Y todo esto venia al hecho de lo sucedido el Miercoles, el Clown. Hable mucho, muchisimo rato. Rapido, sin pena y sin asco.
Y me desinfle.
Volvi a casa como un globito desinfladamente feliz.
Dormi, dormi mucho. Volver al trote lingüistico agota!
Volvi a casa como un globito desinfladamente feliz.
Dormi, dormi mucho. Volver al trote lingüistico agota!
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